¿ES SALUDABLE EL USO DE CHANCLAS EN VERANO?
Ahora que se va acercando el verano, suben las temperaturas y comienza el tiempo de piscina y playa, vamos cambiando nuestro armario con ropa más fresca y ligera. Por supuesto, no nos olvidamos de nuestros pies, y cambiamos los zapatos cerrados por sandalias y chanclas.
¿Pero es realmente bueno su uso?
En verano, las chanclas son el calzado estrella, ya que son ligeras, cómodas y fáciles de poner. El problema surge cuando su uso es continuado, porque además de poder producir lesiones en la piel (como rozaduras, ampollas,…), pueden producir otro tipo de lesiones que impliquen a la musculatura y a la marcha normal.
Lo ideal es hacer un uso puntual de este tipo de calzado, reservándolo para aquellas ocasiones en las que acudimos a la piscina, vestuarios públicos y otro tipo de zonas comunes, y así, evitar contraer alguna infección como los papilomas. Esta recomendación se fundamenta en que debido a la poca suela que tienen las chanclas, y al ser ésta tan plana, el pie no cuenta con una buena amortiguación. Este déficit de amortiguación afecta principalmente al talón, ya que es la zona con la que se inicia el “ciclo de la marcha” (contacto inicial o contacto de talón). Además, la mayoría de las chanclas no cuentan con un buen soporte del arco, ni correas que mantengan el tobillo y el pie con una sujeción correcta. Esta inestabilidad repercute en la musculatura del pie pudiendo desencadenar problemas como tendinitis, fascitis plantar e incluso esguinces de tobillo, así como dolor en rodillas y problemas de espalda.
Asimismo, las chanclas más básicas cuentan con una tira que separa el primer y el segundo dedo, por lo que el pie queda expuesto a múltiples traumatismos debido a ese “chancleteo” característico que se produce. Esto puede originar inflamación de dedos y dedos en garra, ya que éstos van en tensión al verse obligados a sujetar el calzado a cada paso y evitar que éste se escape.
¿Qué es la fascitis plantar?
La fascia plantar es una banda de tejido elástico que conecta el calcáneo con la zona metatarsal (debajo de los dedos del pie) y crea el arco del pie. Cuando este tejido se inflama, se llama fascitis plantar. El síntoma principal es el dolor que se produce en la zona interna del talón, y suele ir acompañado de hinchazón leve, enrojecimiento y sensibilidad en la parte inferior del talón.
Al caminar, la fascia plantar es la responsable junto con otras estructuras del pie de absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie contacta con el suelo, de proteger los metatarsianos, de mantener el arco plantar,… etc.
A pesar de ser un problema bastante común en deportistas (corredores, jugadores de baloncesto,…), también se da en población no deportista, por diferentes causas como no llevar un calzado adecuado a la actividad a realizar.
A modo de conclusión, no debemos extender el uso de las chanclas más allá de aquello para lo que han sido fabricadas, teniendo en cuenta que son más apropiadas para superficies regulares, como el césped, la piscina o vestuarios públicos. Debemos adecuar el calzado a la actividad a realizar, usando zapatos que nos aporten una buena sujeción y amortigüen correctamente el impacto del pie contra superficies más duras e irregulares.
Ante cualquier problema y/o dolencia como las mencionadas anteriormente, ¡no dudes en acudir cuanto antes a tu fisioterapeuta!
Lorena Miguel (Col. COFPV nº 2510)
Fisioterapeuta de Hydra Boulevard.